Con precios que van desde los 31.500 hasta los 42.700 euros, estamos ante un modelo que, por el momento, no tiene rivales en el mercado. Y es que, aunque sus cotas sean similares a las de otros ‘tres volúmenes’ derivados de compactos, sus fluidas líneas, la elegante caída de la cintura hacia la zaga y las ausencia de marcos en las puertas traseras lo convierten en un pequeño coupé, algo así como una versión reducida del CLS.
Precisamente, si el CLS fue un éxito de ventas desde su aparición hace una década, Mercedes espera ahora que suceda lo mismo con el CLA en un horizonte con muchos más clientes potenciales. De hecho, los responsables de la marca nos han asegurado durante la presentación internacional que el CLA está llamado a ser su segundo modelo más vendido en España, por detrás del propio Clase A.
Mercedes asegura que aquí se venderán unas 2.000 unidades de este modelo hasta final de año; y que, ya en su primer ejercicio completo -en 2014-, la cifra subirá hasta los 4.000 coches. En cuanto al Clase A, la cifra prevista de ventas es de 6.000 unidades por año, por lo que Mercedes tiene una gran esperanza en que estos dos modelos (CLA y Clase A) rejuvenezcan su cartera de clientes y, de paso, peguen un empujón extra a sus cifras de ventas en nuestro país.
Pero hablemos también del coche, de cómo es y lo que nos ha transmitido en nuestros primeros 300 kilómetros al volante. En este modelo, Mercedes estira 34 centímetros la plataforma del Clase A para mejorar la habitabilidad y no perder un ápice del buen comportamiento demostrado por el compacto. Para contentar a todos los públicos, se ofrece con dos carrocerías: ‘Urban’ y 'AMG'. La primera, más sencilla estéticamente; y la segunda, con una altura rebajada y detalles estéticos más deportivos, como las tomas de ventilación en los laterales de la zaga, las parrilla con efecto diamante y unas salidas de aire ensanchadas en el morro.
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