La KTM Duke 390 es una de las máquinas más interesantes para un poseedor de carnet A2 en estos momentos. Una ligera streetfighter con 44 CV de potencia y mucha mala leche, sin llegar a la locura que suponen sus hermanas mayores, con la Super Duke 1290 como máximo exponente. Partiendo del chasis tipo Trellis de la Duke 390, la empresa austriaca ha desarrollado la nueva KTM RC390. Se trata de una moto deportiva de baja cilindrada, diseñada para competir con la Kawasaki Ninja 300 y la nueva Honda CBR300R.
Empezamos por un carenado deportivo, marcado de ángulos y con los colores de la marca. La forma de las ópticas delanteras es de lo más peculiar, en la línea de la marca. Casi parece una RC8 en miniatura, y es la idea tras una moto que promete mucha diversión a un precio contenido. El subchasis trasero se ha rediseñado y la batalla se ha acortado ligeramente. Las horquillas delanteras de 43 mm se conjugan con un freno de disco de 300 mm en el eje delantero y 230 mm en el eje trasero.
Componentes de calidad para una parte ciclo que se ve refrendada por un eficaz sistema ABS de serie. El propulsor es el mismo monocilídrico de cuatro tiempos de la KTM Duke 390, con 373 cc de cilindrada y refrigeración por agua. Su potencia final es de 44 CV, y su peso en seco de sólo 147 kg. Es apta para conducir con el carnet A2, pero por poco pierde la posibilidad debido a su relación peso/potencia.
Su depósito de combustible tiene una capacidad de 10 litros, suficiente para unos 250 o 300 km de autonomía exprimiendo hasta la última gota de combustible. Su caja de cambios es manual de seis relaciones, y el sistema de escape dirige los gases hacia la parte baja de la moto, en una disposición muy similar a la de la Ducati 1199 Panigale, con la que también guarda similitudes su afilado colín.
Fuente: Diariomotor
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