El Audi Sport Quattro Concept presentado en el último Salón de Frankfurt va a llegar a producción no es ningún secreto. Se da prácticamente por hecho que pronto habrá entre nosotros un digno sucesor de uno de los coupés de los años 80 más icónicos jamás creados. Y sin embargo, he de decir que a pesar de lo impresionante que ha sido el prototipo presentado en Frankfurt, no me convenció su filosofía. Entre otras cosas porque pensaba asociar un V8 atmosférico a un sistema híbrido de alto rendimiento.
No me malinterpretéis, lo que ocurre es que un sistema así sería perfecto para el sucesor del Audi R8, con una potencia combinada de unos brutales 700 CV. Lo que un Audi Sport Quattro debe ser es ligero, sin excesivas complicaciones y con cinco cilindros bajo el capó. Y parece que en Audi han escuchado mis plegarias: en una reciente entrevista con Rupert Stadler, la revista Auto, Motor und Sport nos cuenta que el Sport Quattro será un deportivo de producción en serie, ligero y con cinco cilindros turboalimentado.
Hasta el momento se pensaba que el Audi Sport Quattro llegaría a producción en una serie limitada de altas prestaciones con la configuración del prototipo de Frankfurt. Ulrich Hackenberg es su jefe de desarrollo, y ha desmentido los rumores, diciendo que el Sport Quattro de producción empleará el mismo motor 2.5 TFSI de cinco cilindros que emplean desde el TT-RS al RS Q3, sobrealimentado hasta los 360 CV. Y según parece, dejará de lado la hibridación para ofrecer una experiencia de combustión interna al 100%.
Esto ya me gusta más: a pesar del beneficio que un tren híbrido puede tener, aumenta el peso y el precio de un vehículo que ya no va a ser en absoluto asequible. Empleará como base la plataforma acortada del Audi A6, con motor delantero en posición longitudinal. Como no podía ser de otra manera, la tracción integral tendrá gran parte del protagonismo, con un reparto por ejes aún por conocer, que podría favorecer al tren trasero por defecto, permitiendo mandar gran cantidad del par al tren delantero bajo demanda.
La carrocería se construirá en aluminio, con algunas partes en fibra de carbono, como quizá capó o techo. El resultado será un coupé de dos puertas, de tamaño medio, con una potencia de en torno a 360 CV y un peso final que promete ser de sólo 1.300 kilos. Un valor excelente que prácticamente asegura prestaciones fulgurantes para el sucesor de un mito rodante que ya ha cumplido más de 30 años. No sabemos cuándo será presentado, pero no esperaría nada antes de que entre el año 2015. Aún así, las expectativas son altas.
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