martes, 30 de agosto de 2011

lexus lfa




El Lexus LFA es el nuevo superdeportivo del fabricante japonés, la división premium del gigante Toyota. Representa una apuesta arriesgada en un segmento muy competitivo y es el primer superdeportivo de Lexus, que hasta ahora tenía en la berlina IS-F su apuesta más alta por las prestaciones. Sus medidas son 4.50 metros de largo, 1.89 metros de ancho y sólo 1.22 metros de altura. Se comenzará a vender en diciembre de 2010 y sólo se fabricarán 500 unidades, a un ritmo de 20 al mes, a un precio de 380.000€





Su diseño sigue los códigos estilísticos de la casa, las directrices L-finnesse, pero con muchos detalles originales. Las líneas de la carrocería le dan una presencia agresiva, destacada por la longitud del capó, que alberga un propulsor V10 colocado en posición delantera-central. Los faros delanteros, con tecnología bi-xenón, contrastan con las cortantes entradas de aire frontales, en un juego simétrico muy efectista. Una paqueña abertura en el capó y la insignia de Lexus conforman una suerte de calandra.



Los engranajes de la caja de cambios ASG (configuración transaxle) mueven al tren trasero, que es también su ubicación. Tiene 6 marchas y es de tipo manual robotizado. Su accionamiento es secuencial, mediante unas levas ubicadas tras el volante. La leva derecha es muy suave, pero al tirar de la leva izquierda debemos hacer más esfuerzo, esto mejora la conexión hombre-máquina y evoca el funcionamiento de un cambio de marchas manual. Los cambios de marchas suceden en sólo 0.2 segundos.
Tiene cuatro modos de funcionamiento: Auto, Sport, Normal y Wet. También permite una conducción relajada, con cómodos cambios de un segundo a bajos regímenes de giro. Con semejantes credenciales no es de extrañar que las prestaciones sean sencillamente impresionantes. Acelera de 0 a 100 km/h en sólo 3.7 segundos y logra una velocidad punta de 325 km/h. En ello también tiene que ver un peso en vacío de sólamente 1.480 kg, conseguido mediante una construcción ligera.


En el proceso de producción de la carrocería se han empleado materiales plásticos, reforzados con fibra de carbono. Además de una ligereza excepcional se consigue una elevada rigidez para el habitáculo, que lo protege en caso de accidente; aluminio es el material empleado en la zona del propulsor y las partes deformables. El sistema de escape está fabricado en titanio, unas válvulas se abren a partir de las 3.000 rpm y consiguen ese aullido que nos pone los pelos de punta, evocano a los Fórmula 1.



No hay comentarios:

Publicar un comentario