La actualización de la segunda generación de BMW X5, novedad en el Salón de Ginebra, supone un cambio de planteamiento muy ligero sobre la idea inicial de este Sport Activity Vehicle. No se ha trabajado en hacer de él un mejor todocamino, sino en hacer de él un mejor turismo. Le separa ahora menos distancia de un BMW Serie 5, por citar un ejemplo.
Estéticamente se nota que ahora va más enfocado a la carretera, eliminando superficies negras plásticas de la carrocería y dejando ver más chapa. Las llantas van desde las 18-19 pulgadas de serie hasta 20, evidentemente no se ha buscado su eficacia fuera del asfalto, aunque se puede defender.
Se comercializa con cuatro motorizaciones, dos gasolina y dos diesel, con las últimas novedades en eficiencia de la marca sin llegar a la hibridación, eso llegará más adelante. De hecho, el primer BMW Vision EfficientDynamics es el anticipo del X5 híbrido, no confundir con el prototipo del año pasado.
Motorizaciones del BMW X5 2010
Todos los motores tienen inyección directa y sobrealimentación, ninguno baja de los 245 CV de potencia. Las versiones disponibles son: xDrive35i, xDrive50i, xDrive30d y xDrive40d. Todas las versiones tienen tracción total permanente y transmisión automática de ocho velocidades de convertidor de par.
El xDrive35i es un motor de seis cilindros en línea de 306 CV y 400 Nm entre 1.200 y 5.000 RPM. Gasta 10,1 l/100 km y hace el 0-100 km/h en 6,8 segundos. La velocidad máxima es de 235 km/h, empata en potencia con el xDrive 40d, el motor diesel más potente.
En diesel, el motor de acceso es el xDrive30d, otro seis cilindros, con 245 CV de potencia. Gasta 7,4 l/100 km, catapulta al X5 a 100 km/h en 7,6 segundos y alcanza 222 km/h. Su monstruoso par de 540 Nm está disponible entre 1.750 y 3.000 RPM.
Por encima tiene al xDrive40d, una evolución del motor de 286 CV. También tiene seis cilindros y eroga 306 CV a 4.400 RPM, por encima de la media de un motor diesel. El par es de 600 Nm entre 1.500 y 2.500 RPM, acelera a 100 km/h en 6,6 segundos y alcanza 236 km/h. Empata con el xDrive35i pero gasta 7,5 l/100 km. Tienen la misma cilindrada, ambos son turbo, el diesel gana al gasolina.
Como tope de gama (obviando el X5 M) tenemos el xDrive50i, un 4.4 V8 biturbo de 407 CV y 600 Nm de par máximo (como el xDrive40d) entre 1.750 y 4.500 RPM. Alcanza los 250 km/h, acelera a 100 km/h en 5,5 segundos y gasta 12,5 l/100 km. Todos los motores cumplen las normativas Euro5 de contaminación atmosférica.
No tienen apagado del motor en detenciones (Stop&Start), pero tienen varias medidas de eficiencia: grupos auxiliares desconectables (bomba de aceite, de agua, compresor de aire acondicionado), materiales ligeros, neumáticos de menor resistencia a la rodadura, apertura inteligente de trampillas de aire, etc.
Chasis, suspensión, dirección y frenos
Normalmente el reparto de par es 40% al eje delantero y 60% al eje trasero, la tracción total es por tanto permanente. Uno embragues multidisco permiten trasladar el par a las ruedas que mejor tracción tienen (hasta un 80% al eje trasero), está controlado electrónicamente y coordinado con el control de estabilidad (DSC).
El sistema trata de prevenir el subviraje y el sobreviraje actuando de forma preventiva. Opcionalmente tiene el Adaptive Drive, que cambia el reglaje de la suspensión en función de las circunstancias para mejorar el comportamiento del X5. El control de tracción tiene dos modos, normal y deportivo.
Está equipado con un potente sistema de frenos, que llega hasta los 385 mm de diámetro del xDrive50i. En esta generación el freno de mano es electromecánico e hidráulico, mediante una pulsación de tecla. Asímismo, en las pendientes los frenos sujetan el coche antes de reiniciar la marcha, es la función Auto Hold.
De serie, la dirección asistida Servotronic varía la asistencia en función de la velocidad. Opcionalmente tiene dirección activa, que no solo cambia la asistencia sino el número de vueltas de volante (cuanto más rápido se circula, más indirecta es).
Los neumáticos de serie son Runflat, es decir, aguantan seguir conduciendo con un pinchazo entre 50 y 250 kilómetros. Si tenemos un pinchazo, los sensores de presión advertirán al conductor. De serie son de 18 pulgadas excepto en el xDrive50i, de 19 pulgadas y siempre con llantas de aleación.
El control de estabilidad integra muchas funciones: secado automático de discos con lluvia, asistente de descenso cuesta abajo, sistema de frenado en curva, bloqueo electrónico de diferencial (por frenos), función remolque, etc. Carece de reductora o soluciones sofisticadas 4×4, recordad que es un SAV/SUV, no un todoterreno puro.
Para los frikis de los datos, deciros que sus ángulos son 25,5º (ataque), 22,7º (salida) y 19,8º (ventrales). La altura libre al suelo es de 222 mm y es capaz de vadear hasta 500 mm de agua a una velocidad de 7 km/h. En todos los modelos estos datos son iguales. Todos los modelos pesan más de 2.000 kg.
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