viernes, 26 de julio de 2013

Jaguar C-X75


Estamos ante una nueva era para los superdeportivos… estamos ante la era del McLaren P1, del Ferrari LaFerrari, del Porsche 918 Spyder. Una era en la que Jaguar no quería perder la oportunidad de estar presente… una era para la que nació el Jaguar C-X75. El superdeportivo que la marca británica se merecía… el superdeportivo que todos los aficionados al motor queríamos ver entre las filas de la marca, entre las berlinas deportivas, entre el Jaguar XJR, el Jaguar XKR-S, El Jaguar XFR-S… el superdeportivo que estaba dispuesto a revivir el espíritu del Jaguar XJ220.

Cargado de tecnología, acorde a la nueva etapa del automovilismo deportivo que se avecinaba, pasional, dando buena cuenta de ello su corazón firmado por nada menos que Williams… y por supuesto elegante. Elegante como sólo un Jaguar, como sólo un deportivo británico, puede ser. Ahora el Jaguar C-X75 es un laboratorio rodante para la marca del felino… posiblemente, el laboratorio más bonito y más rápido del mundo.

Nacido a finales de 2010 como un modelo extremadamente conceptual, el Jaguar C-X75 ha ido evolucionando, ha ido creciendo hasta llegar a nuestros días con un modelo que perfectamente podríamos ver rodar por las calles, que perfectamente podríamos ver en la puerta del casino de Montercarlo, rondando por la campiña inglesa. Ha ido evolucionando como un ser vivo… hasta el reciente anuncio de Jaguar indicando el fin de su desarrollo. Un desarrollo destinado a satisfacer futuras demandas tecnológicas de la marca.
La silueta del Jaguar C-X75 es simplemente espectacular. 

Curvas y más curvas. Líneas alargadas, músculos difuminados que nos dejan con sensuales curvas, unas finas ópticas traseras, una toma lateral que irremediablemente nos recuerda sus orígenes, que nos recuerda a aquel superdeportivo tan especial que Jaguar decidió lanzar a comienzos de los 90. 20 años han pasado entre uno y otro, entre el Jaguar XJ220 y el Jaguar C-X75. No se me hubiera ocurrido un descendiente mejor para aquel superdeportivo del que sólo se produjeron 350 unidades a un precio de 400.000 libras. No se me hubiera ocurrido una forma mejor de homenajear al Jaguar XJ220.

Como el vino, de aquella primera cosecha conceptual, de aquellas primeras imágenes que se nos mostraba en 2010, de aquel primer Jaguar C-X75, el tiempo se ha encargado de mejorarlo. Los pasos que ha dado desde entonces, desde aquel mes de septiembre de 2010, han perfilado las curvas del superdeportivo para pasar de la conceptualidad de algunos de sus rasgos a líneas más propias de un modelo de producción. A una línea aún más perfecta. Algo más agresiva. Sobre todo, cuando nuestra atención se centra en su zaga, donde a las bonitas ópticas rasgadas se le une un llamativo difusor trasero junto a un alerón retráctil que se encarga de poner el punto y final a este Jaguar.

Un diseño cargado de curvas tan característico, tan elegante, tan liviano… al que Jaguar dotó de un avanzado esquema mecánico. Tan avanzado, que según ha fluido su camino desde los primeros pasos conceptuales hasta la actual fase final de desarrollo tuvo que amoldarse a un concepto más palpable… aunque no por ello mundano.

Bajo esas curvas, con una longitud de 4.65 metros, con una anchura de 2.02 metros y una mínima altura de sólo 1.20 metros, el Jaguar C-X75 se presentó en 2010 con un innovador conjunto en el que 4 propulsores eléctricos que acompañados por una batería de iones de litio gozaban de la presencia de dos turbinas que se encargaban de la recarga de energía, algo que también se podía hacer enchufándolo a la corriente. Entonces era capaz de recorrer hasta 110 km sin recurrir a las turbinas, que movidas por gas, ubicadas en posición central-trasera y con unas emisiones de CO2 de sólo 28 g/km, aumentan el rango en 900 km con un depósito de 60 litros.

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